Si entráis en este blog creyendo saber lo que vais a encontrar, salid.

Este blog no es un blog solamente de moda, ni solamente de mí, ni solamente de nada.

Aquí escribo lo que quiero y lo que deseo. Lo que anhelo o lo que desprecio. Sobre lo que me gusta y sobre lo que detesto.

Es mi carta de presentación.

jueves, 29 de septiembre de 2011

domingo, 25 de septiembre de 2011

Jamie Hince y Kate Moss


Estoy segura de que podría escribir una bonita historia si escribiera sobre nosotros dos.
Pero tú y yo sabemos cómo fue, y lo bonito no fue la historia, no, lo bonito era lo que sentíamos el uno por el otro. Solamente el sentimiento.
Con todo lo demás podíamos haber hecho un baúl de madera de roble, asegurarnos de que no se habría abierto nunca y guardar allí todo lo que hicimos. Para poder así pensar en lo que nos quedó por hacer. Que es lo que ahora me trae loca. Pensar en lo que habría podido ser; en lo que podría ser y no será, o a lo mejor sí, quién sabe.
Porque al final, nuestra historia escrita tendría valor. Tendría un valor inusual, extraño, nadie lo entendería. Porque lo que vivimos o lo que sentimos, lo vivimos y lo sentimos sólo nosotros dos. Los demás no lo comparten. Se extrañan que sigamos sintiéndolo, y sin embargo así es. No es algo estúpido y efímero; es amor.
Entonces puede que no fuese una historia de anécdotas para contar o de inmemorables momentos, pero sí de muy buenos e imborrables sentimientos.
Algo pausado, tranquilo, que invita a pensar y saborear sin ansia, sólo con ganas.
Es algo grande.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Autumn




When all the leaves start falling, ese es el tiempo. Es este tiempo. Empezado hace un par de días pero que en el norte llevábamos notando algo más de tiempo.
El cambio de estación de verano a otoño trae consigo bastantes más cambios de los de un simple cambio de estación, ya que también conlleva un cambio de costumbres, y al menos en mi caso, de ánimo.
Me encanta cuando se termina el verano porque se termina el sol, el trabajo y empiezo a ver de nuevo todos los días a mis amigos. Y también porque empieza a hacer frío, caen las hojas, la moda cambia (llegan los abrigos, los pantalones largos, las botas, ¡LOS GORROS, LAS BUFANDAS DE LANA…! … el vestir bien), y se nota cada vez más que se acerca el invierno, y con él la navidad y la nieve. Nieve nieve nieve nieve ¡¡¡NIEVE!!!
Amo la nieve. Ir abrigada hasta las cejas y que aun así la nariz se me ponga colorada. Que se me congelen los pies y calentarlos con una ducha hirviendo o un café. Y sobre todo ir a esquiar, y que esquiando me ponga morena toda la cara menos la marca de las gafas. Sentirme volar. Desde luego no es lo más glam del mundo, pero en ese momento no existe otra cosa que el reflejo del sol en la nieve y un frío bajo cero.
Una sensación que tan sólo vivo una semana al año, pero que es tan intensa, que hace que la recuerde durante la estación previa cómo si a la mañana siguiente fuera a despertarme en un bungalow en el medio de los Prineos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

La elegancia del erizo

Anna Selezneva


Consideremos la segunda pregunta: ¿qué conocemos del mundo?
A esa pregunta los idealistas como Kant responden.
¿Qué responden?
Responden: poca cosa.



Como el título indica, es un fragmento del último libro que leí: "La elegancia del erizo".
Fue un libro de los que realmente mueven algo dentro de ti. No se limitan a hacerte sentir una sensación mientras lees, si no que consiguen hacerte sentir cosas que nunca habrías sentido y en las que ni siquiera suponías que podías sentir.
Algo muy difícil de describir en pocas palabras, pero que si alguna vez lo leéis lo comprenderéis a la perfección. 
Ayuda a hacerte ver que no solo las grandes cosas pueden influir en ti, si no que hay infinidad de cosas o gestos en nuestro día que pueden hacer que veamos el mundo con otros ojos. Pequeños detalles en los que no nos fijamos pero que pueden cambiar nuestra manera de pensar si acaso nos atrevemos e intentamos advertirlos. 
Es algo que se puede hacer, y que puede que hasta nos haga más felices, pero en cualquier caso, aprenderemos a mirar la vida con los ojos mucho más abiertos y a poder vivirla como se debe.
Absolutamente recomendado.

*La imagen no tiene mucho que ver, pero me encanta esa mujer.

martes, 6 de septiembre de 2011

Malos de verdad


Porque los malvados de verdad odian a todo el mundo, desde luego, pero sobre todo se odian a sí mismos. ¿No os dais cuenta, vosotros, cuando alguien se odia a sí mismo? Ello lleva a estar muerto sin dejar de estar vivo, a anestesiar los malos sentimientos pero también los buenos para no sentir la náusea de ser uno mismo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Mariscal Kutzov. Guerra y Paz.


Me hicieron, por la guerra y la paz, tantos reproches... Pero todo llega a su hora... Todo llega cuando tiene que llegar para quien sabe esperar.