Si entráis en este blog creyendo saber lo que vais a encontrar, salid.

Este blog no es un blog solamente de moda, ni solamente de mí, ni solamente de nada.

Aquí escribo lo que quiero y lo que deseo. Lo que anhelo o lo que desprecio. Sobre lo que me gusta y sobre lo que detesto.

Es mi carta de presentación.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Jamie Hince y Kate Moss


Estoy segura de que podría escribir una bonita historia si escribiera sobre nosotros dos.
Pero tú y yo sabemos cómo fue, y lo bonito no fue la historia, no, lo bonito era lo que sentíamos el uno por el otro. Solamente el sentimiento.
Con todo lo demás podíamos haber hecho un baúl de madera de roble, asegurarnos de que no se habría abierto nunca y guardar allí todo lo que hicimos. Para poder así pensar en lo que nos quedó por hacer. Que es lo que ahora me trae loca. Pensar en lo que habría podido ser; en lo que podría ser y no será, o a lo mejor sí, quién sabe.
Porque al final, nuestra historia escrita tendría valor. Tendría un valor inusual, extraño, nadie lo entendería. Porque lo que vivimos o lo que sentimos, lo vivimos y lo sentimos sólo nosotros dos. Los demás no lo comparten. Se extrañan que sigamos sintiéndolo, y sin embargo así es. No es algo estúpido y efímero; es amor.
Entonces puede que no fuese una historia de anécdotas para contar o de inmemorables momentos, pero sí de muy buenos e imborrables sentimientos.
Algo pausado, tranquilo, que invita a pensar y saborear sin ansia, sólo con ganas.
Es algo grande.

No hay comentarios:

Publicar un comentario