No consigo olvidarme de ese beso que volvió a ser como el
primero. Aquel primero de mes en el que me quedé sin palabras y tú no dejabas
de hablar. Me decías cosas tan bonitas y yo estaba tan asustada…
Tenía miedo de volver a hacerte daño, y aunque estaba segura
de estar completamente enamorada de ti y de nunca haber dejado de estarlo, te rogué
que me olvidaras.
Me hice la dura y te propuse que jugaras conmigo.
Tomaste buena nota.
Suerte que no has sido el único aprendiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario